Julian Assange, fundador y editor de Wikileaks. |
Se han producido innumerables filtraciones pero casi todas focalizadas hacia Estados Unidos. EEUU es retratada en estas informaciones como un imperio colonial que quiere controlar todo, no deja un cabo suelto en política internacional ni relaciones exteriores. Obama quiere tenerlo todo controlado para el buen funcionamiento del país norteamericano. La influencia americana es total sobre el resto de países. Así, se revelan ataques indiscriminados del Ejército de EE UU contra un cámara de la agencia Reuters o papeles que revelan muertes de civiles y el doble juego en Pakistán en la lucha contra los talibanes. También se publica la imagen que se tiene desde la Casa Blanca hacia los principales representantes políticos mundiales. Se muestra, desde Wikileaks, cables que revelan los negocios ocultos entre potencias, “el juego sucio” en la lucha antiterrorista, torturas a presos o las corrupciones en ejércitos.
Wikileaks ha pasado de ser un sitio de escasa repercusión a un portal referente a nivel mundial por el peso de sus informaciones. Anteriormente destacó por publicar una detallada y larga lista de miles de miembros racistas del Partido Nacional Británico. También filtró la intrahistoria de los atentados del 11-S, pero el caso más relevante fue la difusión del vídeo “Collateral Murder”, en el que un helicóptero Apache estadounidense abatía el 12 de julio de 2007 a una docena de personas en un barrio de Bagdad. En 2008, recibió el premio al medio de comunicación del año por la revista Economist. En 2009, el portal y su fundador, Julian Assange, ganaron el premio de Amnistía Internacional por sacar a la luz informes sobre las matanzas de Kenia.
Julian Assange, fundador y editor de Wikileaks, ha sido detenido y puesto a disposición judicial. La versión oficial de la detención es una supuesta violación que Assange habría cometido en Suecia. La detención que ha sido calificada de "políticamente motivada" por uno de sus abogados, Mark Stephen, ha abierto un debate global. Sus seguidores ven en las acusaciones que pesan sobre él la larga mano de Estados Unidos. Denuncian una conspiración internacional para acabar con Wikileaks que pasa por encarcelar a su fundador y cerebro y ahogar financieramente a la compañía. “ No tenemos ningún indicio de que se trate de una conspiración", declaró ayer en Gotemburgo la fiscal sueca Marianne Ny, pero el debate está en la calle. Los únicos apoyos son sus seguidores que realizan protestas a nivel mundial y algún que otro partido político que no esté bajo el sometimiento norteamericano, ya que, EEUU ha dado la espalda a negociar con el portal electrónico, mientras que las principales empresas también dejan de lado a Wikileaks.
Fuentes: ABC, El Mundo, El País, La Vanguardia, La Razón
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