Los políticos no quieren periodistas, quieren aduladores.

José María García Pérez

viernes, 26 de noviembre de 2010

Los efectos de la crisis

Que estamos en una época de recesión económica es sabido por todos, pero lo cierto es que España sufre consecuencias que no sufren otros países del mismo nivel económico. El estado de las cuentas públicas y los ayuntamientos se encuentran al borde del caos. Centenares de municipios y ciudades, encabezadas por Madrid, se enfrentan a una crisis fiscal y han iniciado ya un severo ajuste que incluye despidos, rebajas de sueldos, huelgas y servicios bajo mínimos. Pedro Arahuetes, presidente de la comisión de Hacienda de la Federación Española de Municipios y Provincias, analiza la realidad: “La situación es francamente mala. El problema para los ayuntamientos no es tanto la caída de los ingresos como que tienen una estructura presupuestaria muy rígida. Por ser la Administración más cercana, cualquier recorte de gasto tiene un coste político mayor",


Los datos son devastadores y dibujan un panorama desolador. Los ayuntamientos y diputaciones deben más de 34.000 millones de euros. Algunos municipios se han lanzado a pedir más créditos al creer que el Gobierno los vetaría de forma inmediata. Centenares de alcaldes han presentado su dimisión, ante la grave situación, rechazadas por las autoridades centrales. En 370 localidades la deuda supera los 1.000 euros por habitante. El pueblo más endeudado de España es Ochánduri (La Rioja), a cada uno de sus vecinos le tocan 9.500 euros de la deuda municipal. Después de Ochánduri se cuentan Olóriz (Navarra), Palo (Huesca) y Lerga (Navarra), localidades donde se superan los 5.000 euros de deuda por habitante. En conjunto en España existen 25 municipios cuya deuda por cabeza pasa de los 3.000 euros.

 

Dramáticas y curiosas son las medidas que han adoptado muchos municipios repartidos a lo largo de nuestra geografía. En Los Palacios y Villafranca (Sevilla) no hay dinero para arreglar el ascensor ni la impresora de los edificios municipales. Además no se puede afrontar el pago de las facturas de luz de instalaciones deportivas. En Garínoain (Navarra) No hay dinero para arreglar las aceras más estropeadas. Ni mucho menos para instalar una escuela de música: sus 120 alumnos reciben clases repartidos por las distintas estancias municipales, incluidos los bajos del Ayuntamiento. El consistorio de Jerez de la Frontera (Cádiz) no puede asegurar el cobro de  las nóminas de los empleados municipales y las plantillas de las sociedades concesionarias, que ya han dejado de cobrar con regularidad. En la Línea de la Concepción (Cádiz), la policía local se desplaza en autobús.

 

A esta triste realidad hay que sumarle la situación de Madrid. La capital debe 7.145 millones de euros. Los esfuerzos de Gallardón, alcalde de Madrid, se centran en renegociar la deuda municipal con Zapatero. Desde el gobierno, las respuestas siempre son negativas. Mientras no mejore la situación, habrá que seguir haciendo malabares económicos. Todo apunta que hasta 2013.



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